La diabetes, factor de riesgo para una boca sana

El Dr. Cuevas recomienda un especial seguimiento en estos pacientes, cuya enfermedad puede provocar gingivitis y caries dental

La prevención y la higiene son dos palabras claves cuando hablamos de salud bucal. Más aún cuando se trata de pacientes que sufren de diabetes. El Dr. Alberto Cuevas asegura que en la Clínica Cuevas Queipo se cuida especialmente a este tipo de paciente «porque quien presenta baja presión, niveles de glucosa inestables y carece de un tratamiento farmacológico puede sufrir una bacteremia, es decir, microorganismos en la sangre».

Los hábitos de higiene son fundamentales: es necesario realizar un buen cepillado después de cada comida, reducir la ingestión de alimentos ricos en azúcares y cambiar de cepillo dental cada vez que sea necesario.»Igualmente recomendable es emplear hilo dental y enjuagues bucales, además de mantener los niveles de glucosa sanguínea controlados. Con ello conseguiremos una buena salud bucal, y prevención a nivel general», apunta el especialista.

En los pacientes sin ninguna patología, la visita a la consulta debe ser habitual, cada 6 u 8 meses. Sin embargo, en el caso de los diabéticos la visita puede ser más frecuente para una revisión completa «sobre todo para prevenir las patologías de las encías, tan frecuentes hoy día».

Las caries en los pacientes con diabetes

Las bacterias causan la caries dental al convertir los alimentos en ácidos orgánicos, los cuales provocan una desmineralización en el diente.

Este proceso se origina en el esmalte hasta penetrar en la estructura interna donde se encuentra el nervio del diente. Esto implica que el paciente presente signos de dolor y precise de un tratamiento de mayor intervención como endodoncias o extracciones.

Aunque este proceso de origen bacteriano es igual para todos, los diabéticos corren mayor riesgo de adquirir algún tipo de infección porque «su sistema inmunológico puede estar deprimido por tratar de compensar el descontrol de la glucosa».

El Dr. Cuevas afirma que se trata de un «problema ligero porque se controla con antibióticos, pero cuando las bacterias patógenas llegan al nervio dentario pueden provocar patologías de riesgo mortal al afectar el corazón». De hecho, en casos severos también pueden presentar una sepsis generalizada muy alto riesgo.

En el caso de los niños es muy importante que los pequeños no se vayan a la cama sin cepillarse los dientes para evitar que avance el proceso que puede destruir parcial o totalmente los dientes de leche.